En la oscura y fría noche...

Cuando llega la noche, y te encuentras a solas con tus pensamientos, bueno, todo el tiempo estamos solos con nuestros pensamientos, pero la noche acalla el ruido del mundo y solo quedas tú con tu voz. No es posible para mí, en este momento, describir todo lo que siento en las noches, pero sólo puedo admitir que son un poco frías y nostálgicas. A veces parece que todo fuera tan complicado, temeroso, escalofriante cuando lo sueñas o lo piensas en la noche, que cuando amanece y ves la luz, todo eso que era tan terrible desaparece... y uno se da cuenta que no era tan grave como parecía. Eso es lo que vivo cada noche, y cada mañana al despertar, así como "confesiones de invierno": "solamente muero los domingos... y los lunes, ya me siento bien". Entonces me ocupo escuchando una buena canción de Ella Fitzgerald, perdiendo el tiempo en facebook, o si me quiero sentir con mas energía, escucho Santo de Juan Diego Florez. Santo, enaltece mis sentidos, desde luego involucra sonidos peruanos folclóricos donde los tambores, las quenas y el quechua, me recuedan épocas donde tuve un contacto profundo y directo conmigo y la naturaleza que me rodeaba; el yajé, que hizo que mi cuerpo se conectara con el entorno, transportándome a tiempos ancestrales y la excelente voz de Juan Diego, que me quema en fuerza. Les recomiendo que lo escuchen, es reconocido como el mejor tenor actualmente y realmente lo es en el repertorio que maneja.
Como venía diciendo, trato de distraerme un rato, esa es la idea, no pensar mucho, hasta que finalmente caigo dormida, con frecuencia muy tarde -me he vuelto una noctámbula empedernida- pero en algún momento de la noche, el cuerpo me cobra todo lo que hice en el día y exige, de por Dios, un descanso.