Bajo estas estrellas que parecen brillar más ahora que estoy contigo, me sobrepasa esto que siento por tí. Al mirar tus ojos fundidos de verde bosque, me siento agradecida por estos instantes repletos de tu voz y la mia entonando viejas canciones, nadando hacía la nada entre espuma y bolteretas; piruetas de cuerpos y almas que a pesar de su testarudez se asemejan, se compenetran, se complementan, se definen, se quieren.
Amo el hilo de aire que juega por tus pulmones, baila en tu garganta e ilumina tus despejados dientes, se cuaja resonando y vibrando en colores cálidos, deviene en tu voz. He volado de sueño en sueño hasta los tuyos entre tus brazos; no me fatiga llenarte de besos y entre luces que se estrellan con el cielo y explotan tan bellamente que arman incendios entre nuestros cuerpos, termino diciendo: Ya tengo mi chor y mi toalla, para nadar contigo en este río hasta cuando la neblina y los sonidos estruendosos anuncien el aparente final.
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